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...la mayoría de los hombres se han atado los ojos con uno u otro pañuelo, y se han adherido a alguna de estas comunidades de opinión. Esta conformidad no los hace falsos en unos pocos detalles, autores de unas pocas mentiras, sino falsos en todos los detalles. Todas sus verdades no son del todo verdaderas. Su dos no es el verdadero dos, su cuatro no es el verdadero cuatro; de modo que cada palabra que dicen nos escandaliza, y no sabemos por dónde empezar para enderezarlos.