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Que ningún placer te tiente, que ningún provecho te seduzca, que ninguna persuasión te mueva a hacer nada que sepas que es malo; así vivirás siempre alegre, porque la buena conciencia es una continua Navidad.
Que ningún placer te tiente, que ningún provecho te seduzca, que ninguna persuasión te mueva a hacer nada que sepas que es malo; así vivirás siempre alegre, porque la buena conciencia es una continua Navidad.