Autores:
  • Pero recuerda que la intención lo es todo. No se salta sin más, se levanta en el aire, se eleva. Del mismo modo, la pierna levantada de un arabesco se convierte en un ala, y no en una palanca mecánica como una trampilla levantada. Esta es precisamente la diferencia entre la danza y la acrobacia. El bailarín intenta expresar algo; el acróbata se limita a tirar, levantar, estirar y rechinar. El acróbata se pierde en una red de músculos; el bailarín es casi invisible en la idea proyectada.