-
Un edificio no tiene por qué ser una obra arquitectónica importante para convertirse en un hito de primer orden. Los monumentos no los crean los arquitectos. Los crean quienes se encuentran con ellos una vez construidos. La característica esencial de un monumento no es su diseño, sino el lugar que ocupa en la memoria de una ciudad. En comparación con el lugar que ocupa en la historia social, las cualidades artísticas de un monumento son incidentales.