-
No basta con colocar los colores, por muy bonitos que sean, unos junto a otros; los colores también deben reaccionar unos sobre otros. De lo contrario, se produce una cacofonía.
No basta con colocar los colores, por muy bonitos que sean, unos junto a otros; los colores también deben reaccionar unos sobre otros. De lo contrario, se produce una cacofonía.