Autores:
  • Necesitamos construir millones de pequeños momentos de atención a nivel individual. De hecho, a medida que se generalice el debate sobre una política del sentido, muchas personas sentirán que es más fácil reconocer públicamente sus propias aspiraciones espirituales y éticas y se permitirán dar más espacio a su visión más elevada en sus interacciones personales con los demás. Una política del sentido tiene que ver tanto con estos millones de pequeños actos como con cualquier cambio mayor. Ambos van necesariamente de la mano.