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Agua, no tienes sabor, ni color, ni olor; no puedes ser definida, eres saboreada mientras siempre misteriosa. No necesaria para la vida, sino la vida misma, nos colmas de una gratificación que supera el deleite de los sentidos.
Agua, no tienes sabor, ni color, ni olor; no puedes ser definida, eres saboreada mientras siempre misteriosa. No necesaria para la vida, sino la vida misma, nos colmas de una gratificación que supera el deleite de los sentidos.