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La pasión es siempre un misterio e inexplicable, y por desgracia no cabe duda de que la vida no perdona a sus hijos más puros; a menudo son sólo las personas más meritorias las que no pueden evitar amar a quienes las destruyen.
La pasión es siempre un misterio e inexplicable, y por desgracia no cabe duda de que la vida no perdona a sus hijos más puros; a menudo son sólo las personas más meritorias las que no pueden evitar amar a quienes las destruyen.