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Para disfrutar de la libertad... tenemos, por supuesto, que controlarnos. No debemos derrochar nuestros poderes, impotentes e ignorantes, regando media casa para regar una sola rosa.
Para disfrutar de la libertad... tenemos, por supuesto, que controlarnos. No debemos derrochar nuestros poderes, impotentes e ignorantes, regando media casa para regar una sola rosa.