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La belleza y la fealdad físicas no son muy importantes. Lo verdaderamente importante es el interior. Puedo enseñarte a ser bello desde dentro, y esa es la verdadera belleza. Una vez que esté ahí, tu forma física no importará mucho. Tus ojos empezarán a brillar de alegría; tu rostro tendrá un brillo, una gloria. La forma se volverá inmaterial. Cuando algo empieza a fluir desde tu interior, alguna gracia, entonces la forma exterior se deja a un lado.