La oración abarca toda la vida del hombre. No hay pensamiento, sentimiento, anhelo o deseo, por bajo, insignificante o vulgar que lo consideremos, que, si afecta a nuestro verdadero interés o felicidad, no podamos exponer ante Dios y estar seguros de recibir su simpatía.
Henry Ward BEECHER (1865). “Notes from Plymouth Pulpit: a collection of memorable passages from the discourses of H. W. Beecher. With a sketch of Mr. Beecher and the Lecture-Room, by Augusta Moore. New edition, revised, and greatly enlarged [of the second series of “Life Thoughts”].”, p.67