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Dedícate a la oración, a la lectura y a la meditación de las verdades divinas: esfuérzate por penetrar hasta el fondo de ellas y no te contentes nunca con un conocimiento superficial.
Dedícate a la oración, a la lectura y a la meditación de las verdades divinas: esfuérzate por penetrar hasta el fondo de ellas y no te contentes nunca con un conocimiento superficial.