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Pablo, Lutero, Wesley - ¿qué serían estos elegidos de Dios sin el elemento distintivo y controlador de la oración? Eran líderes para Dios porque eran poderosos en la oración. No eran líderes por su brillantez en el pensamiento, por ser inagotables en recursos, por su magnífica cultura o dotación nativa, sino líderes porque por el poder de la oración podían comandar el poder de Dios.