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Ven, acurruca tu cabeza en mi hombro, querida, tu cabeza como la vara de oro, y nos iremos navegando lejos de aquí a la hermosa Tierra de Nod.
Ven, acurruca tu cabeza en mi hombro, querida, tu cabeza como la vara de oro, y nos iremos navegando lejos de aquí a la hermosa Tierra de Nod.