Autores:
  • La simpatía tranquila y sincera es a menudo el consuelo más bienvenido y eficaz para los afligidos. Un hombre sabio le dijo a alguien que estaba profundamente afligido: "No he venido a consolarte; eso sólo puede hacerlo Dios; pero he venido a decirte cuán profunda y tiernamente me siento por ti en tu aflicción".

    Tryon Edwards (2015). “The New Dictionary of Thoughts”, p.238, Ravenio Books