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En algún momento entre los once y los quince años, el niño medio empieza a sufrir una atrofia, la parálisis de la curiosidad y la suspensión del poder de observación. A mi juicio, el problema reside en las escuelas.
En algún momento entre los once y los quince años, el niño medio empieza a sufrir una atrofia, la parálisis de la curiosidad y la suspensión del poder de observación. A mi juicio, el problema reside en las escuelas.