-
Es demasiado fácil culpar sólo a los militaristas, racistas, sexistas y demás impulsores de la violencia del lío en que estamos metidos. Lo que es más difícil es el autoexamen, ir más allá de la preocupación mirando hacia dentro para hacerse la pregunta personal: ¿Qué más debería hacer cada día para conseguir un mundo basado en la paz y la justicia, ya sea al otro lado del océano o del salón de casa?