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Subalimentada, la inteligencia se vuelve como el vientre hinchado de un niño hambriento: hinchado, lleno de nada que el cuerpo pueda utilizar.
Subalimentada, la inteligencia se vuelve como el vientre hinchado de un niño hambriento: hinchado, lleno de nada que el cuerpo pueda utilizar.