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  • Nunca doy un golpe, ni siquiera en los entrenamientos, sin tener una imagen muy nítida y enfocada en la cabeza. Es como una película en color. Primero "veo" dónde quiero que termine, bonito y blanco y en lo alto de la hierba verde brillante. Luego la escena cambia rápidamente y "veo" la pelota yendo hacia allí: su trayectoria, su forma, incluso su comportamiento al aterrizar. Entonces se produce una especie de fundido, y la siguiente escena me muestra haciendo el tipo de swing que convertirá las imágenes anteriores en realidad.