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Que me llamaran fea, gorda y repugnante desde que apenas entendía lo que significaban esas palabras me ha marcado tan profundamente que he aprendido a cazar, acechar, reclamar, poseer y defender mi propia belleza.
Que me llamaran fea, gorda y repugnante desde que apenas entendía lo que significaban esas palabras me ha marcado tan profundamente que he aprendido a cazar, acechar, reclamar, poseer y defender mi propia belleza.