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Sin ambición no se empieza nada. Sin trabajo no se acaba nada. No te enviarán el premio. Tienes que ganártelo. El hombre que sabe cómo siempre tendrá trabajo. El hombre que también sabe por qué siempre será su jefe. En cuanto a métodos puede haber un millón y pico, pero principios hay pocos. El hombre que comprende los principios puede seleccionar con éxito sus propios métodos. El hombre que prueba métodos, ignorando los principios, está seguro de tener problemas.