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Por nuestros senderos sin sol se arrastra la Pobreza con sus ojos hambrientos, y el Pecado con su rostro empapado la sigue de cerca. La miseria nos despierta por la mañana y la vergüenza se sienta con nosotros por la noche.
Por nuestros senderos sin sol se arrastra la Pobreza con sus ojos hambrientos, y el Pecado con su rostro empapado la sigue de cerca. La miseria nos despierta por la mañana y la vergüenza se sienta con nosotros por la noche.