-
Oh divino Maestro, concédeme que no busque tanto ser consolado como consolar; ser comprendido como comprender; ser amado como amar. Porque es dando como recibimos; es perdonando como somos perdonados; y es muriendo como nacemos a la vida eterna.
Oh divino Maestro, concédeme que no busque tanto ser consolado como consolar; ser comprendido como comprender; ser amado como amar. Porque es dando como recibimos; es perdonando como somos perdonados; y es muriendo como nacemos a la vida eterna.