Autores:
  • A veces me encuentro con un árbol que parece Buda o Jesús: amoroso, compasivo, quieto, sin ambiciones, iluminado, en eterna meditación, dando placer a un peregrino, sombra a una vaca, bayas a un pájaro, belleza a su entorno, salud a sus vecinos, ramas para el fuego, hojas para la tierra, sin pedir nada a cambio, en total armonía con el viento y la lluvia. ¿Cuánto puedo aprender de un árbol? El árbol es mi iglesia, el árbol es mi templo, el árbol es mi mantra, el árbol es mi poema y mi oración.