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Oh, no reces por vidas fáciles. Rezad para ser hombres más fuertes. No recéis por tareas iguales a vuestros poderes. Rezad por poderes iguales a vuestras tareas. Entonces la realización de vuestro trabajo no será un milagro. Pero tú serás un milagro. Cada día os maravillaréis de vosotros mismos, de la riqueza de la vida que os ha llegado por la gracia de Dios.