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Se rumoreaba oscuramente que el mayordomo, que lo miraba con un favor como aquel hombre severo nunca había mostrado antes a un muchacho mortal, había mezclado a veces porro con su cerveza de mesa para fortalecerlo.
Se rumoreaba oscuramente que el mayordomo, que lo miraba con un favor como aquel hombre severo nunca había mostrado antes a un muchacho mortal, había mezclado a veces porro con su cerveza de mesa para fortalecerlo.