-
Vivimos en una atmósfera de vergüenza. Nos avergonzamos de todo lo que es real en nosotros; nos avergonzamos de nosotros mismos, de nuestros parientes, de nuestros ingresos, de nuestros acentos, de nuestras opiniones, de nuestra experiencia, igual que nos avergonzamos de nuestra piel desnuda.