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Con desesperada esperanza voy y la busco por todos los rincones de mi casa. No la encuentro. Mi casa es pequeña y lo que una vez se ha ido de ella nunca se puede recuperar. Pero infinita es tu mansión, mi señor, y buscándola he llegado a tu puerta.
Con desesperada esperanza voy y la busco por todos los rincones de mi casa. No la encuentro. Mi casa es pequeña y lo que una vez se ha ido de ella nunca se puede recuperar. Pero infinita es tu mansión, mi señor, y buscándola he llegado a tu puerta.