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En cuanto a los pobres virtuosos, uno puede compadecerlos, por supuesto, pero no admirarlos. Han hecho tratos privados con el enemigo y han vendido su primogenitura por un potaje muy malo. También deben ser extraordinariamente estúpidos.
En cuanto a los pobres virtuosos, uno puede compadecerlos, por supuesto, pero no admirarlos. Han hecho tratos privados con el enemigo y han vendido su primogenitura por un potaje muy malo. También deben ser extraordinariamente estúpidos.