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De este modo, las buenas y minuciosas costumbres proporcionan fortaleza, así se aprende la sujeción del individuo, y la fortaleza de carácter se convierte en un don de nacimiento y después se fomenta como hábito.
De este modo, las buenas y minuciosas costumbres proporcionan fortaleza, así se aprende la sujeción del individuo, y la fortaleza de carácter se convierte en un don de nacimiento y después se fomenta como hábito.