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Hemos viajado demasiado lejos, y nuestro impulso se ha apoderado de nosotros; avanzamos ociosamente hacia la eternidad, sin posibilidad de indulto ni esperanza de explicación.
Hemos viajado demasiado lejos, y nuestro impulso se ha apoderado de nosotros; avanzamos ociosamente hacia la eternidad, sin posibilidad de indulto ni esperanza de explicación.