La Biblia y sus enseñanzas ayudaron a formar la base de la creencia permanente de los Padres Fundadores en los derechos inalienables del individuo, derechos que encontraron implícitos en las enseñanzas de la Biblia sobre el valor y la dignidad inherentes a cada individuo. Este mismo sentido del hombre modeló las convicciones de quienes elaboraron el sistema inglés de derecho heredado por nuestra propia Nación, así como los ideales establecidos en la Declaración de Independencia y la Constitución.