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No sólo vivimos entre los hombres, sino que hay huéspedes aéreos, espectadores benditos, mirones comprensivos, que ven y conocen y aprecian nuestros pensamientos y sentimientos y actos.
No sólo vivimos entre los hombres, sino que hay huéspedes aéreos, espectadores benditos, mirones comprensivos, que ven y conocen y aprecian nuestros pensamientos y sentimientos y actos.