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No hay nada que pueda acercarte más a la intrepidez respecto a todo lo demás en el mundo que ser padre, porque los miedos cotidianos, como no ser aprobado, palidecen en comparación con los miedos que tienes respecto a tus hijos.
No hay nada que pueda acercarte más a la intrepidez respecto a todo lo demás en el mundo que ser padre, porque los miedos cotidianos, como no ser aprobado, palidecen en comparación con los miedos que tienes respecto a tus hijos.