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Nuestras oportunidades de darnos son realmente ilimitadas, pero también son perecederas. Hay corazones que alegrar. Hay palabras amables que decir. Hay regalos que hacer. Hay obras que hacer. Hay almas que salvar.
Nuestras oportunidades de darnos son realmente ilimitadas, pero también son perecederas. Hay corazones que alegrar. Hay palabras amables que decir. Hay regalos que hacer. Hay obras que hacer. Hay almas que salvar.