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Cuando haces del amor a los demás la historia de tu vida, nunca hay un capítulo final, porque el legado continúa. Prestas tu luz a una persona, y ella la ilumina a otra, y a otra, y a otra.
Cuando haces del amor a los demás la historia de tu vida, nunca hay un capítulo final, porque el legado continúa. Prestas tu luz a una persona, y ella la ilumina a otra, y a otra, y a otra.