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Así como apruebo a un joven que tiene algo del anciano en él, no me complace menos un anciano que tiene algo de la juventud. El que sigue esta regla puede ser viejo de cuerpo, pero nunca puede serlo de mente.
Así como apruebo a un joven que tiene algo del anciano en él, no me complace menos un anciano que tiene algo de la juventud. El que sigue esta regla puede ser viejo de cuerpo, pero nunca puede serlo de mente.