-
Si la atracción del mundo exterior es fuerte, también hay una atracción hacia el humano. Puede que el gato desaparezca para hacer sus propios recados, pero tarde o temprano vuelve por un ratito para saludarnos con su propio tipo de amor.
Si la atracción del mundo exterior es fuerte, también hay una atracción hacia el humano. Puede que el gato desaparezca para hacer sus propios recados, pero tarde o temprano vuelve por un ratito para saludarnos con su propio tipo de amor.