Autores:
  • La cantidad de conocimientos que podemos justificar a partir de pruebas de las que disponemos directamente nunca puede ser grande. Por lo tanto, la inmensa mayoría de nuestras creencias fácticas siguen siendo de segunda mano, confiando en otros, y en la gran mayoría de los casos nuestra confianza se deposita en la autoridad de relativamente pocas personas de reconocido prestigio.

    Michael Polanyi (2012). “Personal Knowledge”, p.221, Routledge