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  • La vida, en un cuerpo cuyo orden y estado de cosas pueden hacerla manifiesta, es ciertamente, como he dicho, un poder real que da lugar a numerosos fenómenos. Esta potencia no tiene, sin embargo, ni objetivo ni intención. Sólo puede hacer lo que hace; sólo es un conjunto de causas actuantes, no un ser particular. Fui el primero en establecer esta verdad en una época en la que todavía se pensaba que la vida era un principio, una arqueia, un ser de algún tipo.

    "Lamarck, the Mythical Precursor: A Study of the Relations Between Science and Ideology". Book by Madeleine Barthélemy Madaule, p. 102, 1982.