Autores:
  • Sería culpable de pecado mortal, porque se expone al peligro de ofender gravemente a Dios. Por lo tanto, antes de actuar debe dejar a un lado la duda; y si no lo ha hecho hasta ahora, debe confesarla, al menos, tal como es ante Dios. Pero los escrupulosos, que tienen dudas sobre todo, deben seguir otra regla: deben obedecer a su confesor. Cuando él les diga que venzan sus dudas, y que actúen contra los escrúpulos, deben obedecer con exactitud; de lo contrario, se incapacitarán e inhabilitarán para realizar cualquier ejercicio espiritual.