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Saliendo de su oscuro y solitario escondite, el búho ateísmo, navegando en obscenas alas a través del mediodía, deja caer sus párpados azules y los mantiene cerrados, y ululando al glorioso sol en el cielo, grita: "¿Dónde está?".
Saliendo de su oscuro y solitario escondite, el búho ateísmo, navegando en obscenas alas a través del mediodía, deja caer sus párpados azules y los mantiene cerrados, y ululando al glorioso sol en el cielo, grita: "¿Dónde está?".