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  • Soy consciente de que las conclusiones a las que se llega en este trabajo serán denunciadas por algunos como altamente irreligiosas; pero aquel que las denuncie está obligado a mostrar por qué es más irreligioso explicar el origen del hombre como una especie distinta por descendencia de algún ser inferior, a través de las leyes de la variación y la selección natural, que explicar el nacimiento del individuo a través de las leyes de la reproducción ordinaria. El nacimiento tanto de la especie como del individuo son igualmente parte de esa gran secuencia de acontecimientos, que nuestras mentes se niegan a aceptar como el resultado de una ciega casualidad.

    Charles Darwin (1883). "La descendencia del hombre y la selección en relación con el sexo", p.613, Рипол Классик.