Bebe porque eres feliz, pero nunca porque eres desgraciado. Nunca bebas cuando te sientas desgraciado sin ella, o serás como el bebedor de ginebra de cara gris de los barrios bajos; pero bebe cuando te sientas feliz sin ella, y serás como el campesino risueño de Italia. No bebas nunca porque lo necesites, porque esto es beber racionalmente, y el camino a la muerte y al infierno. Pero bebe porque no lo necesitas, porque esto es beber irracionalmente, y la antigua salud del mundo.