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Cuando no hay expectativas, no hay posibilidad de frustración. La expectativa es la madre de todas las frustraciones; si la expectativa desaparece, la frustración desaparece. Y cuando no hay frustración en tu vida, la vida se convierte realmente en un camino de rosas. Entonces Dios es una bendición constante; sigue lloviendo su gracia, su belleza sobre ti.