-
Una dirección espiritual total dada a toda la vida y a toda la naturaleza puede por sí sola elevar a la humanidad más allá de sí misma. . . Sólo la plena emergencia del alma, el pleno descenso de la luz y el poder nativos del Espíritu y la consiguiente sustitución o transformación y elevación de nuestra insuficiente naturaleza mental y vital por una Supernaturaleza espiritual y supramental pueden efectuar este milagro evolutivo.