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Suelta tu apego a tener razón y, de repente, tu mente estará más abierta. Podrás beneficiarte de los puntos de vista únicos de los demás, sin que tu propio juicio te paralice.
Suelta tu apego a tener razón y, de repente, tu mente estará más abierta. Podrás beneficiarte de los puntos de vista únicos de los demás, sin que tu propio juicio te paralice.