Autores:
  • Dame... un corazón compasivo, que se apresure a afligirse por las aflicciones de los demás y a compadecerse activamente de ellos, como nuestro Señor Jesucristo contempló nuestra pobreza y se apresuró a ayudarnos. Dame la gracia de aliviar siempre las cruces y dificultades de los que me rodean, y de no aumentarlas nunca; enséñame a ser consolador en el dolor, a preocuparme por el forastero, la viuda y el huérfano; que mi caridad no se manifieste sólo con palabras, sino con obras y de verdad.