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Déjate llevar por el dolor. Abre tus palmas y tu cuerpo al dolor. Viene en oleadas como la marea y debes estar abierto como una vasija tendida en la playa, dejando que te llene y luego, retirándose, dejándote vacío y despejado.
Déjate llevar por el dolor. Abre tus palmas y tu cuerpo al dolor. Viene en oleadas como la marea y debes estar abierto como una vasija tendida en la playa, dejando que te llene y luego, retirándose, dejándote vacío y despejado.