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El honor que nos han concedido no es para nosotros como tripulación, sino para... todos los estadounidenses, que creyeron, que perseveraron con nosotros. Lo que Apolo ha comenzado esperamos que se extienda en muchas direcciones, no sólo en el espacio, sino bajo los mares, y en las ciudades para decirnos inolvidablemente lo que haremos y debemos hacer. Hay huellas en la Luna. Esas huellas pertenecen a todos y cada uno de vosotros, a toda la humanidad. Están ahí gracias a la sangre, el sudor y las lágrimas de millones de personas. Esas huellas son el símbolo del verdadero espíritu humano.